En la última década se ha hablado
mucho sobre la construcción de un modelo de producción desde el seno del hogar,
para algunos es una idea no realizable en el tiempo ni en el espacio, para
otros es una lucha que se puede empezar a concretar con organización y
dedicación. Se pueden ver a los espacios comunitarios agroproductivos como un
área urbana o rural con una densidad poblacional estable, donde tienen o
cuentan con todos los servicios públicos básicos y además con la
infraestructura social y económica dentro de la poligonal respectiva. Anteriormente,
el desarrollo urbano se planificaba solo para las grandes ciudades, hoy en día
este concepto debe ser aplicado en la planificación de los planes de viviendas
y más aún cuando se trata de la Gran Misión Vivienda Venezuela, como máximo
ente que se encarga de la construcción masiva en el país.
En la actualidad, debido a la
situación económica que se está viviendo en Venezuela producto de muchas
variantes económicas y sociales, se deberían implementar políticas públicas que
garanticen el correcto diseño y planificación de este tipo de proyectos que
generen un alto impacto en la sociedad y en la formación del hombre nuevo.
Esta idea no solo debe buscar la
solución al problema de la vivienda, sino que, debe ir más allá, a donde las
personas que se benefician de esas unidades habitacionales se encargue de
producir alimentos dentro de los mismos espacios, ya sean en el patio de una
casa como en áreas comunes de mayor extensión de terreno. Este ciclo productivo
puede y debe estar ligado a toda la cadena, es decir, desde la producción
primaria pasando por el procesamiento de la materia prima hasta llegar a la
distribución y comercialización del valor agregado.
Cuando se dice de sistemas
agroproductivos, hago referencia a la producción agrícola y pecuaria, que desde
la época de invasión española nos fueron cambiaron los patrones de producción y
consumo, limitándonos en todos los aspectos posibles. Es impresionante la
cantidad de cosas que podemos hacer desde nuestras propias casas que busquen
por un lado aumentar la producción y el ingreso tanto de manera individual
(familia) como de toda la economía local, regional y nacional.
A modo de imaginación, a cuantas
personas jefa o jefe de hogar no le gustaría salir al jardín y recolectar sus
huevos (proteína animal), cosechar una fruta y hacer el jugo del diario,
cultivar peces en sitios controlados donde sea de fácil acceso, tener los
vegetales frescos para preparar la ensalada todos los días, cocinar con los
aliños producidos en el patio. Ciertamente, para muchos esto es solo una utopía,
para las personas dependientes del mundo mediático dirán que es más trabajo que
ir al mercado, otros pensarían en un estilo de vida acorde con el ambiente, pero
para la mayoría es la única alternativa para el ahorro de dinero.
Ahora bien, me gustaría plantear
algunas alternativas para que se puedan tomar en consideración a la hora de
proyectar algún nuevo espacio comunitario con carácter agroproductivo, es
decir, que maneje los niveles básicos de producción del sector primario hasta
la comercialización de los productos finales. No hay duda que primeramente se
debe iniciar con la producción agrícola, ya que por medio de ella podemos
garantizar tanto al consumo de las personas como de algunas especies animales. Podemos
producir desde cereales, frutales, hortalizas, leguminosas, raíces,
tubérculos, entre otras especies
vegetales, que no solo sirvan y contribuyan al consumo de la familia sino que
vayan al mercado externo. Mientras que, cuando se habla de la producción
pecuaria, es decir la ganadería en varias especies, podemos contar con vacuno
lechero, de carne, doble propósito, pollos de engorde, gallinas ponedoras,
codornices (aves de corral), cerdos, ovinos, caprinos, avestruces, conejo e
incluso sistemas piscícolas, entre otras.
Muy razonable es preguntarse sobre
el espacio adecuado para establecer cualquiera de estos sistemas de producción,
pero recuerden que estamos hablando de “Espacios Comunitarios”, solo le estamos
dando el carácter de agroproductivo. Pero bien, la relevancia de lo nuevo se
refleja que puede ser previsto cada una de estas ideas con un adecuado y
minucioso estudio y caracterización de la zona. Tomando las previsiones en
cuanto al mínimo impacto ambiental que se pueda causar, dado que, una de las
razones que fundamentan esta propuesta es la preservación del ambiente, debemos
avanzar hacia el modelo Ecosocialista como un principio inagotable. Quiero
dejar claro que, con los manejos adecuados y planificados se pueden establecer
tanto siembras como la cría de diferentes especies en pequeñas áreas de
terreno.
Indudablemente, este tipo de propuestas no le gusta
mucho a los que manejas los grandes capitales, más aun cuando esto puede
generar un nivel de desarrollo endógeno real y altamente viable técnica,
económica y políticamente hablando. Veámoslo desde este punto de vista, treinta
familias beneficiadas, son treinta unidades habitacionales, serían mínimo
treinta unidades de producción agrícola o pecuaria e inclusive en algunos casos
ambos. Además si a este proyecto le garantizamos el sistema de educación desde
el preescolar hasta bachillerato e incluso algunas carreras universitarias, se
prevé el centro de salud primario (preventiva), dependencias gubernamentales,
principalmente los que tienen que ver con la agricultura y el ambiente, bancos,
comercios, áreas de esparcimiento comunitarios, una buena vialidad y la
infraestructura adecuada para el procesamiento de la materia prima, entre otros
más. Siempre que garanticen el desenvolvimiento de la sociedad dentro del mismo, dejando la dependencia a la más mínima expresión de las grandes, contaminadas y colapsadas
ciudades ya existentes.
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