lunes, 13 de noviembre de 2017

Espacios comunitarios agroproductivos “Una visión a largo plazo”

  En la última década se ha hablado mucho sobre la construcción de un modelo de producción desde el seno del hogar, para algunos es una idea no realizable en el tiempo ni en el espacio, para otros es una lucha que se puede empezar a concretar con organización y dedicación. Se pueden ver a los espacios comunitarios agroproductivos como un área urbana o rural con una densidad poblacional estable, donde tienen o cuentan con todos los servicios públicos básicos y además con la infraestructura social y económica dentro de la poligonal respectiva. Anteriormente, el desarrollo urbano se planificaba solo para las grandes ciudades, hoy en día este concepto debe ser aplicado en la planificación de los planes de viviendas y más aún cuando se trata de la Gran Misión Vivienda Venezuela, como máximo ente que se encarga de la construcción masiva en el país.

  En la actualidad, debido a la situación económica que se está viviendo en Venezuela producto de muchas variantes económicas y sociales, se deberían implementar políticas públicas que garanticen el correcto diseño y planificación de este tipo de proyectos que generen un alto impacto en la sociedad y en la formación del hombre nuevo.

  Esta idea no solo debe buscar la solución al problema de la vivienda, sino que, debe ir más allá, a donde las personas que se benefician de esas unidades habitacionales se encargue de producir alimentos dentro de los mismos espacios, ya sean en el patio de una casa como en áreas comunes de mayor extensión de terreno. Este ciclo productivo puede y debe estar ligado a toda la cadena, es decir, desde la producción primaria pasando por el procesamiento de la materia prima hasta llegar a la distribución y comercialización del valor agregado.

  Cuando se dice de sistemas agroproductivos, hago referencia a la producción agrícola y pecuaria, que desde la época de invasión española nos fueron cambiaron los patrones de producción y consumo, limitándonos en todos los aspectos posibles. Es impresionante la cantidad de cosas que podemos hacer desde nuestras propias casas que busquen por un lado aumentar la producción y el ingreso tanto de manera individual (familia) como de toda la economía local, regional y nacional.

A modo de imaginación, a cuantas personas jefa o jefe de hogar no le gustaría salir al jardín y recolectar sus huevos (proteína animal), cosechar una fruta y hacer el jugo del diario, cultivar peces en sitios controlados donde sea de fácil acceso, tener los vegetales frescos para preparar la ensalada todos los días, cocinar con los aliños producidos en el patio. Ciertamente, para muchos esto es solo una utopía, para las personas dependientes del mundo mediático dirán que es más trabajo que ir al mercado, otros pensarían en un estilo de vida acorde con el ambiente, pero para la mayoría es la única alternativa para el ahorro de dinero.

  Ahora bien, me gustaría plantear algunas alternativas para que se puedan tomar en consideración a la hora de proyectar algún nuevo espacio comunitario con carácter agroproductivo, es decir, que maneje los niveles básicos de producción del sector primario hasta la comercialización de los productos finales. No hay duda que primeramente se debe iniciar con la producción agrícola, ya que por medio de ella podemos garantizar tanto al consumo de las personas como de algunas especies animales. Podemos producir desde cereales, frutales, hortalizas, leguminosas, raíces, tubérculos,  entre otras especies vegetales, que no solo sirvan y contribuyan al consumo de la familia sino que vayan al mercado externo. Mientras que, cuando se habla de la producción pecuaria, es decir la ganadería en varias especies, podemos contar con vacuno lechero, de carne, doble propósito, pollos de engorde, gallinas ponedoras, codornices (aves de corral), cerdos, ovinos, caprinos, avestruces, conejo e incluso sistemas piscícolas, entre otras.

  Muy razonable es preguntarse sobre el espacio adecuado para establecer cualquiera de estos sistemas de producción, pero recuerden que estamos hablando de “Espacios Comunitarios”, solo le estamos dando el carácter de agroproductivo. Pero bien, la relevancia de lo nuevo se refleja que puede ser previsto cada una de estas ideas con un adecuado y minucioso estudio y caracterización de la zona. Tomando las previsiones en cuanto al mínimo impacto ambiental que se pueda causar, dado que, una de las razones que fundamentan esta propuesta es la preservación del ambiente, debemos avanzar hacia el modelo Ecosocialista como un principio inagotable. Quiero dejar claro que, con los manejos adecuados y planificados se pueden establecer tanto siembras como la cría de diferentes especies en pequeñas áreas de terreno.

  Indudablemente, este tipo de propuestas no le gusta mucho a los que manejas los grandes capitales, más aun cuando esto puede generar un nivel de desarrollo endógeno real y altamente viable técnica, económica y políticamente hablando. Veámoslo desde este punto de vista, treinta familias beneficiadas, son treinta unidades habitacionales, serían mínimo treinta unidades de producción agrícola o pecuaria e inclusive en algunos casos ambos. Además si a este proyecto le garantizamos el sistema de educación desde el preescolar hasta bachillerato e incluso algunas carreras universitarias, se prevé el centro de salud primario (preventiva), dependencias gubernamentales, principalmente los que tienen que ver con la agricultura y el ambiente, bancos, comercios, áreas de esparcimiento comunitarios, una buena vialidad y la infraestructura adecuada para el procesamiento de la materia prima, entre otros más. Siempre que garanticen el desenvolvimiento de la sociedad dentro del mismo, dejando la dependencia a la más mínima expresión de las grandes, contaminadas y colapsadas ciudades ya existentes.

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